lunes, 13 de diciembre de 2010

¡Escriba Mal en 20 Simples Pasos!

3comentarios

¿Estás cansado de tratar de escribir bien? ¿Te chocan esas normas del lenguaje que nunca pudiste poner en práctica? ¿Envidias el estilo de algunos redactores de prensa? ¡Entonces no desesperes más! ¡Escribe mal siguiendo estos simples pasos y vuélvete la envidia de tus amigos!

1) Empecemos con los nombres de los personajes. Tienen que ser algo simbólico, que exprese la personalidad del sujeto. Si el traficante de tu novela se llama “Miguelito Escobar” y la millonaria heredera es “Party Hilton” ¡Felicidades! ¡Aprendes rápido!

2) Si el personaje está basado en una figura histórica, mete una referencia, que siempre queda bien. Si el dictador de tu novela histórica no se llama Alejandro Fidel Ruz Castro, lo estás haciendo mal.

3) Todos los personajes secundarios deben tener nombres parecidos, para que el lector los identifique con facilidad. Arnaldo, Alonso, Aroldo y Alfonso no se prestan en lo absoluto a confusión.

4) Si escribes fantasía, el protagonista de la trilogía (porque tienen que ser tres libros, a juro) debe ser un misterioso guerrero con túnica y el rostro en sombras. Eso nunca se ha hecho.

5) Dos palabras: jerga técnica. Si los personajes se suben a un helicóptero, que uno de ellos explique cómo funciona el helicóptero y por qué, no importa si tú no lo entiendes. Mete tecnicismos, pa’ que parezca más inteligente la vaina.

6) En algún punto de la historia (o en varios), debe haber una escena de sexo. Entre más inesperada y fuera de lugar en apariencia, más éxito tendrás en esta misión.

7) Si el personaje está bravo, pues que diga “¡Estoy bravo!” Ya. No tiene objeto demostrarlo con sus acciones, eso gasta tiempo y espacio (que puedes dedicar a más escenas de sexo).

8) No olvidéis, apreciados discípulos, de adornar vuestra prosa con grandilocuencia y adjetivos fastuosos. “María despertó adolorida” no tiene clase, no tiene alcurnia. “María se desprendió de los brazos de Morfeo para emerger en un mundo material, físico, con sablazos de dolor afincándose en su espalda” es mejor desde todo punto de vista.

9) Si tu protagonista es un quinceañero, ¿quién dice que no puede saber cómo se maneja una lancha? ¡No dejes nunca que incongruencias se metan en el camino de la acción!

10) Siempre… que puedas… usa… puntos… suspensivos…

11) ¡Y signos de exclamación! ¡E interrogación! ¿¡¿¡¿¡¿¡¿O sea, qué te pasa?!?!?!?!?!?!

12) Perder tiempo editando un texto es para maricas. Dale a F7, corriges la ortografía y ya.

13) El villano no puede tener aspectos positivos en su personalidad. Es el malo, broder, duh.

14) Cuando quieras hacer énfasis en algo, usa cursivas y asegúrate de hacerlo el mayor número de veces posible. El mayor número de veces posible.

15) ¿Dónde está escrito que en cada capítulo de la novela la trama tiene que avanzar? Ya que estamos en eso, el libro ni siquiera tiene que empezar con un evento interesante. Es tu historia, tómate el tiempo que quieras. Dale, en serio.

16) Los diálogos no tienen por qué ser distintos entre sí. La puta con el corazón de oro y el cura de sesenta años pueden hablar exactamente igual. Todos somos iguales a los ojos de Dios, hermano.

17) ¿Te acuerdas de que en los Power Rangers todo estaba bien al principio, en el medio sale el monstruo y todo está igual que antes al final? Eso es perfecto para tu libro. El término “arco argumental” es algo que la gente dice para sonar inteligente (ver consejo 5)

18) Si el cuento es un misterio detectivesco, el asesino tiene que ser un tipo que no vimos nunca hasta que el protagonista lo descubre. Así el lector no puede adivinarlo tampoco, ¿entiendes? ¡Profundizas el misterio!

19) La pasividad es una virtud. Si el protagonista llega a su casa para descubrir que han forzado la cerradura y que el intruso probablemente sigue en el inmueble, haz que entre a averiguar por sí mismo. O mejor, que no haga nada, que se quede parado. Sólo un estúpido sacaría su celular para llamar a la policía.

20) ¿Te encantó Matar A Un Ruiseñor? Parafraséalo completo en tu libro. ¿Quién se va a dar cuenta?

viernes, 10 de diciembre de 2010

Alan Moore Aconseja a Artistas Jóvenes

0comentarios
"Lo primero que tienes que hacer es concentrarte en por qué quieres hacer esto. Si lo haces porque quieres ser famoso, o por el dinero, no va a funcionar. La fama no es--- tiene sus cosas buenas, pero no son muchas. Es más que todo un dolor de culo. Te pone a pensar cosas raras y hay gente que con un poquito de fama ha quedado destruida. Ser rico, bueno, no es que yo sea rico, pero tengo comodidad, pero ese no es el punto del arte. Si quieres ser un éxito, enfócate en lo que haces nada más. Si amas lo que haces y quieres mejorar y mejorar, eventualmente vas a lograrlo. No te concentres en la fama y en la riqueza, eso es lo que hace todo el mundo; puedes volverte famoso saliendo en Big Brother" (un reality show británico al estilo de The Surreal Life de VH1; NdelT). "¿Qué significa eso, qué prueba, sobre todo en la actualidad? La fama es insignificante. Y colateralmente, el dinero tampoco es suficiente motivo.

Si tienes un poquito de talento -no necesitas tener demasiado, o sea, así es como todos empezamos. Yo no podía escribir cuando empecé, pero me gustaba hacerlo igual. Y amaba leer. Y pensé 'Ok, ¿cómo mis habilidades como escritor se comparan con estos otros panas que me gusta leer?' Y te das cuenta de que eres maloso. Así es como empiezas a mejorar. Si eres honesto contigo mismo (y no exageradamente crítico, porque no hay objeto en ver basura en todo lo que haces), pero si puedes ser sincero y pensar '¿Sabes? esto tiene unos fragmentos buenos. Estos otros pudieron quedarme mejor. Esto no es tan bueno como lo que hace fulano y fulano, así que la próxima vez, me va a quedar mejor.' Empiezas a hacer de tu obra algo más listo, más sofisticado que lo anterior que hiciste y resulta que alguien se dará cuenta de que estás ahí. Empiezas a destacar. Sin tener que hacer concesiones y sin tener que sacrificar tu visión –y es importante que no hagas eso, porque tu perspectiva es lo único que tienes, es lo que te separa de los demás. Probablemente existe un montón de gente que puede cantar, o tocar música, o escribir o dibujar como tú lo haces. Lo único que te separa de los demás es que tú eres tú; tienes tus experiencias, tu vida, tus conocimientos. Pon todo eso en lo que haces, individualízalo. Haz que ese sea tu gancho de venta. Tienes toda esta experiencia. Pónla en uso.

No creo que así te vaya muy mal. Por supuesto, hay mucho más que eso. Hay muchos momentos aburridos. Mucho dolor, mucha ansiedad, donde piensas ‘¿Soy tan bueno como creo que soy? ¿Llegaré algún día a lograrlo?’ Pero no te preocupes por eso, ¿sabes? Si amas lo que haces, así no ganes dinero con ello, estás mejor que el noventa y nueve por ciento de la gente en este mundo que no está haciendo lo que quiere, sino lo que les saca el día adelante. De repente tienen estas fantasías de que ‘algún día seré esto o seré aquello’, pero esos son sueños que se mueren en la cuna. Sé fiel a ti mismo.
 
Yo empecé mi carrera cuando mi esposa me dio el anuncio de que estaba embarazada. Y fue una gran decisión, acababa de renunciar a mi trabajo, pensando ‘voy a intentarlo con esta carrera escribiendo y dibujando.’ Y la gente para la que trabajaba, cuando se enteró de que íbamos a tener un bebé, me dijo ‘mira, podemos darte tu trabajo otra vez si quieres.’ Y pensé ‘bueno, sería una locura renunciar a un trabajo seguro con un bebé en camino. Por otro lado, si espero a que nazca la niña y tengo a esos grandes, adorables ojotes mirándome, nunca tendré las bolas para hacerlo. Es mejor seguir adelante ahora. Es mejor dar este salto ahora que tengo el coraje, porque no sé si lo tendré cuando vea a la niña en vivo y directo. Estaré haciendo algo que me gusta y aún si la cosa se pone difícil por unos años y no entra nada de plata, la niña va a tener suficiente para vivir, no va a morir. Y al final, si me quedo con mi trabajo viejo, mis hijos crecerán con la idea de que existe un techo para tus logros.’ Miras a tus padres y te preguntas ‘¿ese soy yo?’ o ‘¿ese soy yo en veinte años?’ Recuerdo a mi papá diciéndome ‘yo gano quince libras a la semana. Pero cuando tú tengas mi edad, más te vale que ganes dieciocho.’ Y esa clase de expectativa, realistamente, le pone un límite a los niños. Y yo quería que mis hijos vieran en mí que no hay nada que no puedes lograr si no te esfuerzas lo suficiente. Eso es más útil que la seguridad, o que comprar una tele. Y funcionó.”

 Sólo digo que, para ser un muñequito de Lego, escribe bien.

sábado, 23 de octubre de 2010

Aventuras Animadas en la Feria del Libro

0comentarios
Anoche estuve en la Feria del Libro de Baruta con dos colegas de Letras a Litros, Corresponsal de Paraguachí y Chica Punk Smart. En líneas generales, estuvo bastante bien. Había dos o tres puestos dedicados exclusivamente a novelas gráficas (que es un campo al que le estoy entrando durísimo últimamente), pero no tenían demasiada variedad y lo poco que tenían, yo ya lo tengo; esa parte fue chimba, porque quería llevar algo nuevo. Conversé de Sin City con un pana que estaba en la movida y como dos horas después, Chica Punk Smart me dijo que ese era Torrealba, uno de los artistas de cómic de más peso en el país. Un tipo agradable, en realidad (y distinto al Torrealba que conocí en el Comic-Con. Go figure).

En cuanto a literatura, que es lo que nos interesa, había variedad, con preeminencia de hispanoamericanos y, una cosa que noté con desagrado (y no es culpa realmente de la feria, sino… ¿del mercado? No sé), es el poco material actual que había, a nivel vanguardista mundial. Yo sé que lo último que ha estado saliendo toma unos meses para traducirse al español y llegar a nuestras tierras (así que nada de Imperial Bedrooms para mí -por ahora-, aunque los derechos en español se compraron; Dormitorios Imperiales), pero realmente no conseguí nada de lo que ha estado pegando a nivel global. Pero como es un asunto complicado, por lo que estaba diciendo de la traducción y los derechos y todo ese asunto, no me voy a quejar como usualmente hago -y sí había material reciente hispanoamericano. Mis contactos en el bisnezz me dicen que lo de los dólares de cadivi juega un papel importante en esto de la importación de material reciente, así que ahí dejo esa parte del cuento, abielta a intelpretación, beibi.

Llevé varios libros y, ya que estaba ahí, pasé por Tecniciencias y compré The Historian, de Elizabeth Kostova, pa’ tripearme mi dosis de modernismo y ver qué ej lo que ej con la sensación que ha causado ese libro. En un puesto de libros usados tenías dos versiones de La Casa Rusia, de John LeCarré: uno en tapa dura que costaba el doble de la edición de bolsillo que terminé llevando. El vendedor, un chamo con el cutis de Richard Speck, me dijo que “eso ej lo mijmo, chamo, total, uno lo va a leé y dejpuéj lo guardaj y no lo vej máj nunca.”

Lo que tú digas, chamo. Cóbrame rápido.

Los puestos de libros usados eran los más interesantes, porque tenían material bien diverso a precios solidarios (Matadero Cinco, de Vonnegut fue una perla que jamás había visto person to person), así que buena parte de lo que compré vino de esos stands. Siempre lo he dicho: hay un lugar en el cielo para la gente que vende sus libros usados. Yo no vendo los míos porque son mis putos libros y porque no me importa no ir al cielo, no soy un carajo religioso.

Un detalle interesante fue cuando conseguí 2666, que es una de las frustraciones de mi vida, y la vendedora me lo quiso clavar por 500 lucas, que es un precio que no-estoy-dispuesto a pagar; Corresponsal de Paraguachí me contó de cómo en Bdl lo venden que si a 250, 300 lucas y, en Amazon, lo tienen en $10. Me recordó la vez que compré Duma Key, de Steve King, como por $8 en el norte y aquí cuesta como 400, 500 lucas. De manera que entre eso y el apoyo moral de Corresponsal, no compré 2666.  También pasamos por un puesto donde dos señoras recibían burda de atención y Chica Punk Smart me explicó que una de ellas es una de las novelistas más palas de este país, pero su nombre se me escapa; no puedo con mi pitiyankismo.

Terminamos la noche con unas cervecitas felices al ritmo de Foo Fighters en Boo Café (¿por qué se llama así si ni siquiera venden café?), con Cantautor Folklórico y un pana que llevó (después llegó la novia de Corresponsal).

Por cierto que la semana que viene se estrena The Walking Dead.
No lo pelo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Una Persona Nocturna

1 comentarios
Motivos por los qué cambiar mi rutina de escritura (es nocturna):

1) Me hace ver emo o gótico.

2) Para cuando termino, son como la una y media de la madrugada.

3) Suelo terminar con demasiado sueño como para leer en la cama.

4) La mayoría de los eventos sociales son nocturnos. Los matinees son para maricas y para 
Cenicienta. O salgo o me quedo escribiendo.

5) Me hace escribir boludeces como la presente.

6) Me gusta escribir con música alta. Y no estoy hablando de audífonos. Tú oyes Alice in Chains a un volúmen medio y por dentro sabes que la estás cagando.

7) Como mañana voy a salir, tengo que condicionar mi organismo a escribir fuera del horario al que está acostumbrado (créeme que esa vaina influye, aunque no lo creas) y yo sé que va a salirme antinatural, como si estuviera tirando con ladilla.

8) Es contraproducente cuando tienes que levantarte de madrugada.

9) Es imposible concentrarte cuando tienes insomnio.


De todas formas yo sé que no la voy a cambiar. Como diría Patrick Bateman, this confession has meant nothing.


sábado, 6 de marzo de 2010

Lo Bueno, Lo Malo Y Lo Feo Del Caracas Comic Con 2010

0comentarios
Lo Bueno.



 

* Las actividades estaban bastante bien ideadas y practicadas.

* En la tarima, excelentes exposiciones e invitados, incluyendo a duros del cómic venezolano como Jesús Torrealba, a quien por fin tuve la oportunidad de conocer (I'm just showing off here).

* Amplia variedad de mercancía y buena distribución de los puestos.

* Alguna gente sabe hacer cosplay acá. Buenísimos disfraces.

* El lugar fue muy agradable. Todos sufrimos con el calor últimamente, pero allá adentro ni te das cuenta. Ni en los momentos más concurridos el ambiente se puso pesado. 

Lo Malo. 

 

* El transporte gratuito fue terrible. Había demasiadas pocas vans (valga la "rebuznancia") para toda la gente que fue. Si vas con vehículo privado, de repente ni te fijas, pero la cosa se prestó para que nuestros queridos autobuseros nacionales cobraran demasiado sólo por un viaje a la Metro.

* El precio de alguna mercancía era absurdamente elevado. Un póster grande por 100 lucas es algo que entiendo. Un marcalibros por 5 está bien. Una figura de Hannibal Lecter por 450 BsF está mal. O sea, yo entiendo que la crisis nos pega a todos por igual, pero vete al demonio.

* Un puesto de comida vendía las adoradas ramen que compramos en el supermercado por 3 BsF. Ah, se me olvidaba, esta gente las estaba vendiendo por 30 y 40 lucas. Feels bad man. 

Lo Feo.

 

* Los otaku saludando en japonés.




Veredicto:

Ya sé que piensas que sólo nerds como yo van al Comic Con. Eso es probablemente cierto. Pero no le quita mérito al hecho de que, si te tripeas la subcultura de cómics, videojuegos, anime, literatura y afines, la vas a pasar muy bien. Anímate, que queda un sólo día y te garantizo que no te vas a arrepentir. Lleva plata.
 

El Seeker © 2010

Blogger Templates by Splashy Templates